jueves, 20 de febrero de 2014

Revolte



Tú eres, ese dolor y también esa fuerza,
esa rabia y esa entereza, y también esa voz.
Nunca es tarde, estrella de crepúsculo, nunca es tarde.
Ni nunca estás a destiempo de dar un paso atrás.
Prudencia. Calma que has aprendido a retomar.

Tu eres ese carcajeo y ese murmullo burbujeante.
También ese gesto duro o incluso ese ademán pensador.
También nunca y de repente un corazón en plena lucha.
Desvestido, desnudo, transparente.




Tú, tu eres, y nadie más. Y en tu cabeza crecen mundos intrincados.
Miras alrededor y te evades del laberinto.
Es más claro el mundo afuera que la enredadera tras tus ojos.
Nunca es tarde, estrella de crepúsculo, nunca es tarde.
Cambiar de bando y creer en el vecino. Lee, escucha, atiende.
Ya se escucha el tambor, ya se escucha el rumor,
y de las revoluciones interiores se alzan mástiles con velas izadas;
henchidas de viento a favor y buenos pronósticos.
La tierra es plana, la tierra es redonda,
silencio, no discutas.
Mas calla ahora para gritar después; el día de tu lucha.
Ya sé, estrella de crepúsculo, ya sé,
la luz te cegó y no puedes nada más que dar palos de ciego.
Respira hondo, no hay prisa
la crisis está en su apogeo, disfrútala.
Tú eras el ciclón palpitante y no elegías el lugar
donde la fuerza natural ejercía su impacto.
Ahora no eres tú en potencia, sino tú en su crepúsculo.
La noche está cerca, tan cerca… Brillas cada vez más.
Iluminas el firmamento. Un punto de luz
     Que dibuja trazos de destino
Que se entrecruzan
                  Unos con otros
A la vez
Juntos
             Todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario