domingo, 31 de marzo de 2013

Instantánea


El invierno más largo de mi vida. Las nevadas marcaban el paso de los días, que a veces permanecían inalterables, cubiertos con una fina capa impermeable de atemporabilidad. 


Era una de las facetas que más me fascinaban del crudo invierno aquí. Su facilidad para congelar los instantes, para captar un estadío del paisaje y mostrarlo eterno e inmortal ante nuestros ojos.

Ahora los copos iban cubriendo lentamente los alrededores de la casa. 


El silencio existente era un perfecto compañero para ese ritmo natural con el que la nieve se arremolinaba antes de posarse. Pero aún más perfecto era el dulce y claro sonido del piano, que resonaba en el interior, 
meciendo aún más todavía 
la  nívea lluvia antes mis ojos.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Cielo y Tierra





"So many people live within unhappy circumstances and yet will not take the initiative to change their situation because they are conditioned to a life of security, conformity, and conservatism, all of which may appear to give one peace of mind, but in reality nothing is more dangerous to the adventurous spirit within a man than a secure future. The very basic core of a man's living spirit is his passion for adventure. The joy of life comes from our encounters with new experiences, and hence there is no greater joy than to have an endlessly changing horizon, for each day to have a new and different sun."

"Into the wild" (2007)

No importa si hoy por hoy estás atado de pies y manos y parece que tu vida es tan solo una desmadejada marioneta en manos ajenas. Llegará el día. Hasta entonces dirige y conduce tú mismo todo lo que esté a tu alcance. No te acomodes y te sientes tranquilamente a la sombra de tus circunstancias. Pelea, no te conformes. Que tus barreras sepan bien qué es lo que quieres. Sé muy consciente de tus limitaciones, pero no dejes que sean los demás los que se empeñen en recordártelas. Hay un cielo infinito y un mar de lugares esperándote ahí fuera. No se van a mover. Te siguen esperando.

sábado, 9 de marzo de 2013

Pájaros nómadas.



Para qué vamos a mentir. Puede que en el fondo nos atraiga la idea de una eternidad juntos, de una vida compartida, de una rutina en común. Puede que la seguridad que encierran todas estas palabras sea lo que haga tan atractiva la imagen de una pareja convencional, de esas relaciones sometidas a comportamientos exigidos cuando dos personas se quieren. 
Después de observar, después de escuchar y de sopesar lo que me dicen, lo que me cuentan… Después de dejar descansar en mi corazón los miedos, ilusiones y pretensiones de la gente enamorada de mi círculo, refuerzo el propio pensamiento acerca de las relaciones. Cada vez estoy más convencida de que la gente que más se quiere es la gente que más separada esta, la gente que comparte diariamente menos durante gran parte de la relación. Tengo la firme intuición de que hay lazos enormes y repletos de fuerza y pasión, de querencia, en las relaciones más alternativas y aparentemente desatendidas. Creo que hay un poder enorme en aquellos que dejan libre lo que quieren y apoyan enormemente los proyectos individuales y personales del otro, aunque sean justo estos los que los mantengan separados o sin tanto tiempo que dedicar a lo común. Es curioso lo que crece el cariño cuando una persona te anima incondicionalmente o te intenta influir emocionalmente lo menos posible. Lo verdadero viene libre. Pero libertad, atención, tampoco significa descuido o desinterés. Quizás es este equilibrio lo más difícil de encontrar y lo que más acierto a percibir como el truco infalible. 
Querría pensar que no tienen que acostumbrarse a la soledad y a la autosuficiencia constante, que no van a tener que comerse miedos e inseguridades por la distancia o los ambientes diferenciados. Querría pensar que no van a derramar muchas lágrimas y no van a respirar nostalgia, que no van a pasar por crisis de dudas y de envidia hacia las fuentes de comodidad.


Lazos nómadas, pájaros libres que alzan el vuelo en solitario y a veces se encuentran en rachas de viento o en ramas que hacen temblar con toda la fuerza guardada en un (re)encuentro. Está escrito en sus miradas, en el brillo de sus ojos en cada despedida, en cada bifurcación de caminos. Hay una seguridad madura, un gesto serio y dispuesto, una promesa irrompible en ese abrazo de adiós.



Buenas noches, me toca acostarme esta vez con el recuerdo del cielo limpio y claro de esta semana, con la primavera asomando ligeramente por la ventana. No hay risas hoy en la casa, se han despedido y trasladado por un tiempo a tierras italianas, donde espero que estén recogiendo nuevas melodías con las que alimentar los recovecos del hogar.

lunes, 4 de marzo de 2013

Salvados




¿No os parece a veces increíble lo contradictoria que puede mostrarse la vida?

En ocasiones parece que nos quita todo, que ha decidido castigarnos y mandarnos de un tirón a los cuatro jinetes del Apocalipsis. Aquello que podia empeorar lo hace hasta límites insospechados. Aparte y seguramente, esta serie de catastróficas desdichas se produzca justamente en un momento crucial. Un momento en el que nuestra indefensión y vulnerabilidad son mayores, casualmente.
Se precipitan por la borda planes y sueños. Intentamos agarrarnos a lo primero que vemos. Por desgracia, nuestra ceguera es total.


Entonces y por la cara, cuando traspasas la barrera del "ya no puedo más" y te das cuenta de que, por desgracia, somos mucho más resistentes de lo que creemos y queremos, algo cambia.
¿Por qué deciros exactamente el qué? El caso es que de repente ya no esperas con resignación el final del día ni abres la boca sólo para lamentarte.
Eres tú, sí. Pero también algo más. 

Quiero creer que la vida es sabia. Quiero creer que a veces nos pierde para que entendamos que llevábamos errando el camino desde mucho antes. Quiero creer que cuando nos coloca guijarros y nos abre enormes grietas en la tierra que pisamos, nos espera a escondidas una mano amiga al otro lado.


Guten Abend, gute Nacht y ecos risueños procedentes de Valencia en el piso de arriba. Murmullos animados por la cerveza alemana recién probada. Si no me equivoco, nos acompañarán por unos días con su entusiamo y franca alegría.

domingo, 3 de marzo de 2013

Caos y descubres

Postales, notas, sobres arrugados, post-its caducados... Un escritorio puede parecer a veces una jungla de papel. Sobre todo cuando uno está lejos de donde se ha encontrado siempre. Facturas, listas de la compra, folletos que nunca acabaste de hojear, algún que otro envoltorio de un capricho entre horas, tarjetas de algún café que no sabes realmente por qué cogiste. Intentas ordenar y te sumerges mas todavía en ese caos interesante. Posiblemente cojas algo al azar., le des media vuelta y empieces a leer una letra que no te pertene. Entonces tus ojos no podrán parar de una línea a otra y en tu boca se irá dibujando esa correspondiente sonrisa. La de una imagen. La de una serie de recuerdos enlazados. Tu mente viajará por un momento en el tiempo y sentirás un nudo en el corazón. 



 La añoranza se mezcla de repente con el eterno cariño, con el agradecimiento infinito. Palabras que los amigos escribieron expresamente para ti y que vienen ahora a rescatarte.

 Guten Abend, gute Nacht y las carcajadas de aquellos del piso de arriba, que bajan por las escaleras con estridencia y me invitan a reírme yo también.

sábado, 2 de marzo de 2013

Luz blanca

Luz blanca

 


Es mediodia y entra luz, mucha luz por mi ventana. Vivo en un bajo que se encuentra en el subsuelo, frente a un pasillo, frontera entre mi habitacion y la elevacion que conduce al jardin. Se podria suponer que entra poca luz, pero no es asi. No es la cantidad lo que me sigue, a ratos maravillando, a ratos extrañando. Es el color. Es esa blancura fria, casi despiadada, que le quita a todo la intensidad del matiz, que provoca una sensacion de perdida de vision. Con el paso de los dias esa luz se ha convertido en un despertador, en una señal que me repite donde me encuentro. Ahora dejo que me salude, persiana arriba, cortinas echadas, y dejo que inunde dulcemente la estancia. Buenos dias, quizas hoy haga sol. Por si no, siempre me quedaras tu, luz del norte, y las risas de aquellos del piso de arriba, que me llenan las horas intempestivas y tempranas con un sentimiento de calidez inusitada.