martes, 23 de junio de 2020

Engañx

Me veo desde afuera
allí sentada
con todo mi aquelarre.

Las palabras que salen de mi boca
son precisas, claras, definidas como objetivas.
Palabras selectamente escogidas
por el agujero de las cortinas.

No me rompo por miedo, y no sé si es que ya estoy rota, o manteniendo la calma y la fuente: 
Tranquilxs, todo está bajo control.

Pero en alguna otra dimensión todavía no he parado de llorar.

Quisiera ser el gato desparramado sobre el alféizar de la ventana.


domingo, 19 de abril de 2020

Bulbo

La noche hace escala en mis sienes,
puestas a prueba.
Quiero dormir y no recordar mis sueños,
pero la noche no quiere, no me deja.

El pecho es una bomba de relojería.
La oscuridad aparenta una calma sencilla
insolente, retadora,
          Desafiante en toda esta simplicidad.
La noche miente, no es descanso, no es inconsciencia.


Las obsesiones pertenecen a la noche,
la memoria se reboza en la noche.
Creo que la noche
no deja pasar nada. Es la Santa Inquisición de todas nuestras brujas.

Hay una impresión aquí, una emoción reveladora allá.
Hay una imagen congelada bajo diferentes filtros, vomitando y manchándolo todo.
Avanza como una picadora de hielo, que planta como un bulbo en la boca de mi estómago.
Ruego, destrózame el pecho y extírpamelo, aunque sea un lirio.

viernes, 7 de febrero de 2020

Roja


Tu pupila roja siempre llora.
Tu pupila roja observa calle abajo
desde las rejas de la ventana
y siente dolor al sentir su luz en los párpados,
aunque la ama.
La luz la condena y redime.
Está la pupila roja
bailando bajo el párpado,
la acosan el inframundo
y los espejos que imitan
a todos los jueces y señores.
Cada día se descubre la colcha,
pupila y pupila al raso.
El rayo rojo que no cesa.
Cada día ella se pregunta,
cuándo dejará de brotar la sangre
después de las noches sin provecho.